sábado, 22 de agosto de 2009

Anuncio de la Elección de León XIV (24-3-2006)


Informamos por este medio a todos los hombres y mujeres de buena voluntad, pero especialmente a los fieles católicos del mundo entero, que el día 24 de marzo del año 2006 de Nuestro Señor Jesucristo, en la Ciudad de Luján, Provincia de Buenos Aires, República Argentina, los obispos y clérigos, que vinieron desde las regiones más alejadas del mundo eligieron un NUEVO SUCESOR DE SAN PEDRO, PONTÍFICE MÁXIMO: Monseñor Oscar de la Compasión, que tomó por nombre LEÓN XIV.

1. Las razones que nos movieron a elegir a un nuevo PAPA son los sabidos acontecimientos ocurridos en la Iglesia Católica como consecuencia del “Segundo Concilio Vaticano”, sus “Papas”, sus reformas, su nuevo Código de Derecho Canónico, su nuevo Catecismo. Enumeremos esos males:
Herejías intrínsecas. - Es notorio que el Vaticano II predicó como doctrinas reveladas por Dios, falsedades, condenadas por Magisterio infalible de la Iglesia Católica, por ejemplo:
El “derecho natural” de rechazar la verdad en materias religiosas;
La “igualdad jurídica” y “ecumenismo” entre la religión verdadera y falsa;
La “colegialidad” en la poder supremo de la jurisdicción en la Iglesia en vez de la monarquía de derecho divino.
Contradicen abiertamente las doctrinas de los Concilios Tradicionales, especialmente los de Trento y el del Concilio Vaticano (el único, el de 1870), la constitución apostólica “Auctorem Fidei”, y muchas Encíclicas de los papas ortodoxos, como “Mortalium...”, “Quanta Cura”, Quas Primas”, “Libertas”, “Immortale Dei”, etc.

2. Una consecuencia directa de las varias herejías, profesadas pública y obstinadamente por los “Papas conciliares”, pesar de muchas advertencias por Católicos de todas las regiones de la tierra, es la vacante automática de la Santa Sede.
Según la definición de Paulo IV (1559) en la Bula “Cum ex Apostolatus Officio”, el Papa herético, “ipso facto... él pierde la posición papal.” Esa definición se funda en la doctrina tradicional como lo expresado en el II Concilio de Constantinopla, según quien el hereje, aunque él no ha recibido el anatema de otros “él inflige el anatema a sí mismo.” Esto también es confirmada Codigo de Derecho Canónico, según Canon 188.4, que dice: “el hereje “ipso facto y sin ninguna otra declaración”, “por una dimisión tácita”, “deja vacante cualquier posición eclesiástica”. Entonces, él pierde enteramente y totalmente su posición, formalmente o materialmente, y así que “él no debe ser considerado dondequiera como legítimo”, porque el hereje es “incapaz e incapacitado” de ser un tema de la jurisdicción ordinaria. Así, Paulo IV enseña. Por consiguiente los que ocuparon la Sede Apostólica dando su aprobación al Concilio Vaticano II perdieron sus jurisdicciones al abandonar la Iglesia Católica, fuera de la cual no hay salvación.

3. Debido a que, Según San Pio X, es un deber el de suplir la vacante la Santa Sede, es que después de meditarlo, consultarlo y someterlo al juicio de expertos teólogos y canonistas, revisando los sínodos de los que salieron los antipapas tradicionalistas y corroborando la nulidad y vicio de dichas elecciones, se enviaron cartas a sacerdotes y obispos de todo el mundo para extinguir la vacante Apostólica para la fecha antedicha.
Entre los que fueron notificadas e invitados, algunos no desearon ir; mientras que otros, que realmente desearon ir y apoyar la elección, no podían movilizarse. Alguna gente prefirió su prudencia personal.
Así, las fechas anunciadas, entre el vigésimo sexto al trigésimo del marzo del Año de Nuestro Señor Jesucristo 2006, en un pequeño y humilde local a pocos metros de la Basílica de Nuestra Señora de Luján.
Había personas ancianas que habían sido combatientes valientes para la causa católica por muchos años y otros muy jóvenes, de nuestra época corrompida. Había obispos de ochenta años, de 60, 50 y otros que, con dispensa habían sido ordenados antes de cumplir los 30 años, era el caso de los Obispos de la Orden de Nuestra Señora de la Compasión. Muchas naciones estaban representadas: Nueva Zelanda, la república checa, Alemania, el Reino Unido, Sudáfrica, los Estados Unidos de América, Argentina, México, Brasil, Chile, Francia, etc.
Fueron jornadas hermosas para la Ciudad de Luján: obispos, sacerdotes, diáconos y a los fieles unidos en la fe y la caridad Católica: doctores e ignorantes, personas santas y pecadores, de diversas culturas y latitudes. De todas las regiones en el mundo, físicamente o espiritual, en Luján había fieles de Cristo unidos en una fe y en el deseo de un gobierno para la Iglesia Católica, allí estaba el Remanente de la Iglesia, la Iglesia que fue expulsada de Roma y que no llevará ese nombre hasta que recuperemos, si es preciso, a sangre y fuego el Vaticano.

4. Las sesiones del Sínodo Extraordinario comenzaron el día 22 de marzo con una misa solemne realizada en la pequeña capilla del local que nos fue prestado por un fiel católico. En la madrugada del 24 de marzo por aclamación unánime de todos los reunidos, después de largo debates fue elegido el Obispo Oscar de la Compasión, General de la Orden de Nuestra Señora de la Compasión, de sólo 24 años de edad, nacido en Buenos Aires, República Argentina, y que fue ordenado en Francia.
Lo coronaron con la tiara papal triple en la misa solemne de la coronación según el rito tradicional fue seguida de su primera bendición “Urbi et Orbi”, que no se realizó desde el local, sino que nos trasladamos a pié hasta la Basílica de Luján, y desde su escalinata Su Santidad saludó al pueblo católico que celebraba el milagro del fin de la Sede Vacante.
Es notable que Su Santidad rechazó firmemente la tiara varias veces. La última y definitiva elección, no lo encontró a él. Estaba en la Basílica orando. Después de la aclamación, el obispo que presidió la elección fue a buscarlo y le preguntó otra vez si aceptaba el cargo. Entonces, con una voz del temblor, él contestó: “ACCEPTO”. Entonces él anunció la opción de su nombre: León XIV.

5. Llamamos a todos los católicos para que demuestren la Unidad en la Fe y la obediencia al Nuevo y Verdadero Sucesor de San Pedro. Habrá quienes no lo aceptarán: los seguidores del Vaticano II, los que piensan que es posible que la Iglesia, el cuerpo místico de Cristo esté gobernada por herejes, o los que esperan una nueva revelación que establecerá una nueva jerarquía, etc.
Anunciamos estas noticias primeramente a la “pequeña multitud”, dispersada a través del mundo, y suplicamos a estos fieles que rindan su adherencia explícita al sucesor nuevo y verdadero de Pedro.
Ahora que los fieles católicos han sido notificados y que han aceptado al Nuevo Papa, por Orden de Su Santidad hemos redactado esta declaración pública que recorrerá todos los medios de prensa mundiales.
Suplicamos a todos los católicos en el mundo que vuelvan a la tradición católica, a las doctrinas y a los ritos perennes de nuestros antepasados, y nieguen la herejía, sus ritos y los que los profesen. Si cualquier persona fue engañada inadvertidamente por las herejías de estas épocas, por favor, rompa con ellas mientras queda tiempo.
Recuerden el peligro del Cisma, recuerden que es tan peligroso como la herejía, sepan que Fuera de la Iglesia no hay salvación ni perdón de los pecados.

6. El mismo día de su elección y coronación Su Santidad, León XIV firmó dos documentos apostólicos: primer sobre la abolición del “Novus Ordo” y la mesa de su celebración, restituyendo la Misa inmemorial y los viejos ritos Católicos, con una fecha máxima del 1º de Noviembre, Día de Todos los Santos, cuando este indulto llegará a su fin.
El segundo decreto arbitró al renacimiento de la Universidad de Cardenales, y a la creación de varios cardenales, que recibirán su investidura pública en un consistorio futuro, pero fueron autorizados por el Santo Padre para elegir a su sucesor en caso de muerte, incapacidad o cualquier otra que se presentara. Por este documento también fueron designados Legados Pontificios con la jurisdicción episcopal ordinaria a las diversas regiones del mundo.
El Sumo Pontífice emitió también una carta donde exigía las autoridades de la Iglesia Conciliar que desalojaran de forma inmediata la Santa Sede. No hubo respuesta.
El día siguiente, el 25 de Marzo de 2006, Su Santidad León XIV visitó nuevamente la Basílica de Nuestra Señora de Luján y no se le permitió dar una misa solemne. Ese mismo día, agentes del Vaticano y de la Iglesia Conciliar se presentaron ante su Santidad y le exigieron que se retractara y obedeciera a las “autoridades romanas”, empero Su Santidad se mostró firme y se negó a ello, aún cuando le dejaron en claro que peligraría su vida. Era el anuncio de que la Iglesia Remanente, aquella que no claudicó ante la herejía modernista, sería más perseguida y más asediada aún de lo que hasta ahora se había hecho.


¡HABEMUS PAPAM!

LEO XIV

viernes, 21 de agosto de 2009

Monseñor William Alexander llega a la Santa Sede


En el día de hoy, Monseñor William Alexander (Obispo de Virginia, Estados Unidos) llegó a Argentina procedente de su país. Se trata de la primer visita ad limina de los nuevos Obispos Diocesanos de la Iglesia Remanante. Según es la tradición y señalan las leyes de la Iglesia, Monseñor Alexander (a quién podemos ver en la foto) presentó a Su Santidad el informe sobre el estado de la Diócesis bajo su gobierno, el estado moral y espiritual en la que se encuentran los fieles y los sacerdotes a él sujetos.

Además, Su Santidad recibió de Monseñor Alexander una carta escrita por los fieles de su Diócesis y otra con la firma de todos los fieles de Estados Unidos en la cual expresan al Papa Alejandro IX sus fervientes deseos de un fructífero Pontificado.

El Papa ha solicitado a Monseñor Alexander que de la Misa Solemne este Domingo en el Altar Mayor de la Iglesia Catedral en Villa María.

miércoles, 19 de agosto de 2009

Magisterio del Papa León XIV

Por especial decreto de Su Santidad Alejandro IX, se procede a editar todo el Magisterio del difunto Vicario de Cristo, León XIV.
Según informara el Cardenal Nicolás Movellán, el nuevo texto remplazará al actual que fue realizado con fines provisorios y en el que se encuentran todos los documentos Papales del año 2006, desde la primer bendición Urbi et Orbie, hasta el primer mensaje de navidad, y se colocarán además todos los documentosd que el Papa promulgó hasta su muerte.
Por expreso pedido del Santo Padre Alejandro IX, se incluirá el primer prólogo que fuera redactado por sus Excelencias Reverendísimas, Cardenales Juan Bautista Bonetti (quien gobernara la Iglesia con el nombre de Inocencio XIV), Martín de la Compasión, Giovanni Garbini y Leandro Fabio de la Compasión, que será seguido por un nuevo prólogo del actual Vicario de Cristo.
El primer prólogo es el que mostramos a continuación.


PRÓLOGO.
Por sus Excelencias Reverendísimas, Cardenales Juan Bautista
Bonetti, Martín de la Compasión, Giovanni Garbini y Leandro Fabio de la
Compasión
.



Con profunda alegría vemos la
publicación de este primer volumen que recoge todo el amplio magisterio del Papa
León XIV y que abarca un arco cronológico desde el 24 de marzo del año de
Nuestro Señor Jesucristo 2006 hasta el mensaje de Navidad del mismo año.
En
aquellos meses, gloriosos para la Iglesia, también se produjeron profundos
dolores que todos sentimos aún, especialmente en Santo Padre: persecuciones,
difamaciones, martirios... pero la Iglesia Católica, a la cual Nuestro Señor
Jesucristo prometió asistencia perpetua, ha seguido indemne guiada valientemente
por un joven y valiente hombre que no tiene más armas que una cruz, y cuyo
ejército está formado por millares de almas dispuestas a sacrificar su vida por
Nuestro Señor Jesucristo... y ese hombre, ese hombre joven y valiente es el
primero en marchar al duro combate de estos tiempos modernos contra los enemigos
de la Santa Fe Católica.
Este trabajo ha sido, principalmente el esfuerzo de
una congregación especial de la curia pontificia a cargo de uno de los
Cardenales que escribe este prólogo, empero, la tarea hubiera sido imposible si
no contaba con el apoyo de toda la curia Pontificia. La difusión de las palabras
del Santo Padre son esenciales para los tiempos que vivimos: la falta de luz
debe ser suplida, los hombres en las tiniebla buscan con que guiarse... la Santa
Iglesia Católica, guiada por el Vicario de Cristo el Papa León XIV es la única
que puede salvarlos del error y de la confusión, solo en ella está Cristo, solo
en ella ama Cristo y solo en ella se puede amar a Cristo.
Este primer
volumen, decíamos recoge los siguientes documentos pontificios:

* Bendición Urbi et Orbi
* Carta Encíclica De Restauratio Ecclesiam.
* Bula Catechesi Tradendae.
* Carta Encíclica Excommunicamus
* Declaración dogmática infalible Ad Majorem Dei Gloriam.
* Mensaje de Navidad

Estos documentos son de una naturaleza y forma diferente
entre sí. Expresan, sin embargo, el celo por la fe y los esfuerzos del Santo
Padre para guiar al pueblo de Dios en un momento tan difícil. Sin más guia que
el Espíritu Santo, y sin más referencia que las Sagradas Escrituras y la
Historia, el Santo Padre ha sabido dar respuesta a los males que aquejan a la
Iglesia.
Hacemos llegar a todos ustedes, queridos lectores, amigos y fieles,
nuestro deseo de que estas palabras, sanas, profundas y dulces para el espíritu,
los colmen de paz y sirva para la edificación de vuestras almas.

martes, 11 de agosto de 2009

El Papa regresa a Argentina

Comunicamos oficialmente por este medio que el Papa Alejandro IX retornó a la República Argentina el día 9 de agosto y celebró su primer Misa pública hoy a las 11:45. El Papa Alejandro IX habló a los presentes (principalmente miembros de la curia) acerca de la importancia de mantener la Fe. Según dijo:



En nuestro viaje Apostólico vimos comunidades enteras llenas del ardor de
Cristo. Cuanto dolor nos da no verlo siempre aquí, cerca nuestro, donde se
sienta Pedro… estas personas, estos hijos carísimos manifestaron su amor por la
Verdad, la verdadera reverencia por Cristo y su amor inefable a la Sana
Doctrina.

Refiriéndose a las nuevas Diócesis comentó:



Son absolutamente necesarias. Nosotros mismos, a fin de despejar cualquier
duda hemos consagrado a los nuevos Obispos y los hemos entronizado. Sabemos muy
bien que algunos de ustedes han sido despojados de sus Diócesis, Diócesis
nominales… pero Nos, el Vicario de Cristo tienen necesidad de que el Colegio de
los Cardenales esté aquí, en la Santa Sede en el exilio. Sois vosotros,
carísimos hermanos en el Señor, quienes tienen el deber de atender asuntos
específicos de la Iglesia de Cristo.

Pero abundó especialmente en el problema que se vive en América Latina.



Hago un llamado a todos vosotros, a todos los cardenales, obispos y
sacerdotes en comunión con Nos a fin de que juntos elevemos plegarias para la
paz en nuestro continente. Hoy más que nunca sabemos cuanto sufren nuestros
hermanos. Era menester salir de Buenos Aires y recorrer toda esta tierra
americana, era menester ir desde Canadá al Sur para saber cuales osn los males
que afligen a nuestro pueblo.
La herejía, desde la Teología de la
Liberación, el marxismo y el modernismo quiere penetrar en la Iglesia
Restaurada, más nosotros, firmes en la Fe, los confirmamos a ustedes y ustedes
deben estar dispuestos a perder la vida por la Fe de Cristo.


El Papa también puntualizó en la necesidad de unión en la Iglesia.



Estamos obligados a creer en que la Iglesia es una, y por lo tanto está
unida. El Papa representa esa unidad. Sin embargo, las dificultades que nos
tocan vivir hacen que muchos fieles y muchos sacerdotes estén prácticamente
aislados. Hubo lugares, sobre todo en el África que no veían a un obispo desde
el año 2006… desde hace tres años ellos, que eran fieles a la Iglesia Remanente,
no habían recibido ninguna visita pastoral. Solo un sacerdote, que ni confesarse
podía los pastoreaba. ¿Sabían acaso de la muerte de Su Santidad León XIV?
¿Sabían de los sucesos posteriores? En absoluto. Fuimos nosotros quienes
comunicamos al Padre Jean Marie de la Compasión, sacerdote senegalés a cargo de
la misión que había un nuevo Papa y que éramos Nosotros.

Sobre el culto señaló:



Es nuestra obligación la uniformidad litúrgica básica. No podemos tolerar,
ya no el Novus Ordo, sino el Misal del hereje Juan XXIII. Las nuevas normativas,
especialmente sobre los adornos en los Altares son más importantes de lo que
algunos suponen. Ordenamos que se apliquen de inmediato… fuimos testigos, en el
católico país de Méjico un altar que parecía un verdadero vergel. ¡Que contraste
con el pío y simple altar de Africa, en el que ninguna flor eclipsaba la imagen
de Nuestra Señora de la Compasión!


Finalmente, el Papa impartió su bendición apostólica y se retiró para seguir trabajando.